La creciente polarización política de la sociedad y la penetración generalizada de los medios sociales en todas las esferas de la vida han creado las condiciones ideales para la difusión deliberada de desinformación con el fin de engañar a los ciudadanos, generar beneficios económicos y obtener ventajas políticas. Los sitios web criptográficos y anónimos alojados por autores anónimos o seudónimos dificultan la persecución legal de estas fuentes no veraces por desinformación y difamación. Como resultado, las noticias y los documentos falsos, los bulos mediáticos y la propaganda política han invadido las redes sociales y los medios de comunicación tradicionales. El número de publicaciones de noticias falsas en Facebook ha superado el número de publicaciones verdaderas, ya que las publicaciones falsas están más en línea con las expectativas de los lectores o les parecen más emocionantes. La propagación deliberada de mentiras maliciosas ha contribuido a una rápida disminución de la confianza y la tolerancia hacia los oponentes, y al desarrollo de la paranoia en la comunidad online. La posverdad, en la que los hechos objetivos son menos relevantes en la formación de la opinión pública que las apelaciones a las emociones y a los prejuicios personales no verificados y poco fiables, ha desbordado los flujos globales de información, que en la sociedad moderna son ahora construidos deliberadamente por los falsificadores de los medios de comunicación para crear una realidad virtual diferente de la realidad actual con el fin de manipular la conciencia pública.
Un rasgo definitorio de la política de la posverdad es que sus participantes siguen repitiendo sus tesis, aunque hayan sido refutadas en los medios de comunicación o a través de expertos independientes. Las mentiras difundidas por los políticos o sus partidarios en Internet a través de una red de usuarios pueden sustituir muy rápidamente a la verdad. Esto se debe a que la fragmentación y desconexión de las fuentes de información crea una situación en la que las mentiras, los chismes y los rumores se propagan con extraordinaria rapidez, y se necesita mucho tiempo y esfuerzo para encontrar y aclarar información fiable. Como dijo Sir Winston Churchill: "Una mentira puede darle la vuelta al medio mundo antes de que la verdad tenga la oportunidad de ponerse los pantalones". Sin embargo, la verdad y la búsqueda de la verdad es un valor fundamental por derecho propio, tanto para los ciudadanos individuales como para la sociedad humana en su conjunto. La tradición de la búsqueda de la verdad es la base de todo el pensamiento filosófico ruso. Al unir el ideal de conocimiento verdadero, la exigencia de justicia universal y las normas de alta moralidad, la verdad actúa como principio ideológico, cognitivo y normativo definitorio de la espiritualidad rusa.
Algunos pensadores del siglo XX (los filósofos rusos N.N. Alekseev, M.V. Shájmatov, P.I. Novgorodtsev, etc.) han sugerido la necesidad de un sistema de administración social basado en la verdad como ideal político. El estado de la verdad se caracteriza por centrarse en el contenido moral del poder, su devoción y servicio al pueblo. El pueblo y el poder en un sistema así no llegan a un acuerdo por medio de la violencia y las restricciones mutuas, sino a través de esfuerzos comunes para alcanzar la verdad sobre la base de una relación impregnada de confianza mutua.
Tarde o temprano, los avances de la moderna tecnología de la información, que han propiciado el desarrollo de técnicas y herramientas manipuladoras de oratoria demagógica y polémica para engañar y doblegar al público en su beneficio mediante el uso de falsos razonamientos teóricos basados en errores lógicos y sofismas para lograr fines egoístas en la publicidad, la política y la propaganda, simplemente deben corregir sus errores y proporcionar a la humanidad las herramientas informáticas necesarias para abordar este problema global.
¡La sociedad de la información libre está esperando y exigiendo ciberverdad!
Los algoritmos informáticos para la formación colectiva, el almacenamiento distribuido en la nube y la prueba independiente de la propiedad de la información basados en las tecnologías blockchain, los contratos inteligentes, los tokens NFT no intercambiables y las bases de datos relacionales permiten construir un nuevo tipo de red social de información. En una red de este tipo, cualquier mensaje de información puede registrarse mediante contratos inteligentes que utilizan un esquema de firma electrónica en forma de tokens únicos no intercambiables, que son anotaciónes en un registro en la nube distribuido en un blockchain que permite vincular lógicamente tokens de información de diferentes cuentas.
En esa red, la lógica formal y matemática permitirá a los usuarios encontrar nuevos significados aplicando leyes y reglas de pensamiento basadas en información previamente conocida. Se considera que el autor del primer sistema de lógica formal es Aristóteles, quien introdujo el concepto de silogismo y las variables con las que denotó los términos del silogismo que permiten hacer inferencias lógicas basadas en la combinación de pensamientos atributivos simples. A pesar de que el uso de silogismos como tal no aporta nuevos conocimientos, el uso de las reglas de construcción de silogismos permite evitar los errores lógicos y los sofismas dentro de los límites del conocimiento existente, lo que, en combinación con los métodos de discusión y argumentación bien desarrollados, una de cuyas investigaciones más significativas en ruso es la obra "Arte de la disputa" (1918) de S.I.Povarnin, hace de la lógica formal un arma poderosa contra los trucos demagógicos.
Cualquier usuario de una red inteligente de información de este tipo podrá ver y comprobar todos los caminos lógicos que enlazan los enunciados a lo largo de la cadena de inferencias que lleva de tesis a tesis de forma exhaustiva desde su inicio hasta el final, desde el Alfa hasta el Omega para comprobar la coherencia de los enunciados de cada individuo. Al mismo tiempo, cualquier usuario que haya encontrado una incoherencia en las declaraciones de alguien, puede, a su vez, fijar permanentemente el error que ha encontrado para la posteridad y formar su propia rama lógica nueva como registro, sobre la base de la cual otros usuarios encontrarán y divulgarán nuevos conocimientos menos contradictorios.
Hay dos formas básicas de mentir: mentir por distorsión y mentir por reticencia. Ciberverdad permitirá a los usuarios desmentir el engaño cortando las cadenas lógicas falsas y, a la inversa, añadir nuevos hechos desconocidos a las cadenas lógicas fiables, ampliando los horizontes de conocimiento disponibles para todos los demás usuarios. Como resultado, el logro más valioso de la ciberverdad será la capacidad de comparar cuantitativamente "cuya verdad es mayor", tanto en términos del número absoluto de hechos y argumentos como en términos del porcentaje de inferencias consistentes y la frecuencia de las técnicas demagógicas utilizadas.
Una ventaja importante de la tecnología blockchain para realizar dicha tarea es el algoritmo básico ya existente para determinar la secuencia principal más larga de bloques de registros desde cualquier inicial hasta el último actual. Las ramas laterales que contengan registros no validados por otros usuarios pueden cortarse, y todas las inferencias posteriores que se realicen a partir de ellas no recibirán más validación y se excluirán automáticamente de la comparación cuantitativa con las cadenas lógicas válidas.