Мы Hemos creado un algoritmo matemático que permite analizar estos grandes datos a través de la teoría de gráficos y asignar a cada publicación en el sistema una calificación de confianza y a los autores una calificación de su reputación, calculada en un Esquema complejo basado en el número de confirmaciones y refutaciones, el peso científico de los autores, su reputación y muchos otros factores. El algoritmo es completamente transparente y será visible para todos los usuarios del sistema. Todos conocerán las reglas del juego y en cualquier momento tendrán la oportunidad de verificarlas.
Cualquiera puede convertirse en autor, pero no es obligatorio. Uno puede ser simplemente un lector y utilizar el sistema sin autorización para ver rápidamente la veracidad de cualquier información y la reputación de cualquier autor, añadir un comentario o profundizar en la lectura de pruebas, refutaciones y versiones.
Por lo tanto, la clasificación de Ciberverdad , por supuesto, no reclama la verdad de último recurso, sino que es lo más cercana posible a ella, siendo inherentemente un reflejo del consenso social sobre cualquier tema discutido.
¿Qué pasa al final?
Al final Ciberverdad cambia por completo el mundo al que estamos acostumbrados! Las personas usan la calificación de verdad para aclarar cualquier problema que sea importante para ellos. Desde los universales, como si realmente existe el calentamiento global, hasta los domésticos, como si cierto tipo de bienes son de alta calidad. Desde los científico, como si la existencia de la materia oscura es creíble, hasta los cotidianos, como si la guardería de su barrio es buena. Y millones, millones de otros temas.
Hay una acumulación de reputación (calificaciones) para aquellas personas o empresas que escriben predominantemente la verdad y aportan pruebas. La reputación de los autores de las falsificaciones se mantiene en cero o cae aún más bajo. De la multitud de opiniones, se cristaliza la calificación de confiabilidad (verdad) de cualquier evento, noticias y afirmaciones.
Todo el mundo está compitiendo por una calificación en Ciberverdad. Las agencias de noticias, los fabricantes de productos, los bloggers, los restaurantes, las clínicas, la gente corriente... todos participan en la acumulación de sus propias reputaciones, que se almacenan de forma segura en el Blockchain.
Rápidamente, la publicación de cualquier noticia sin calificación en Ciberverdad se convierte en malos modales y en una indicación directa de que el evento es probablemente falso. Los bienes y servicios con una buena calificación se venden mucho mejor. Los canales de televisión que incorporan una calificación de Ciberverdad en sus reportajes consiguen una mayor audiencia. Decir la verdad se convierte no sólo en algo fácil y agradable, sino también en algo rentable.
Y eso es todo: ¡Bienvenido al nuevo mundo y al web 3.0!
Un internet donde la gente lucha no solo por los likes, sino también por la reputación. Un Internet en el que no hay que buscar entre montañas de información para llegar a la verdad, ¡y la verdad está siempre a la vista!